¿A dónde nos llevará la pandemia?


"¿Hasta cuando será?", una pregunta que se repite mucho en diferentes espacios está, en un principio, mal formulada. Se está haciendo la presunción de que la pandemia terminará, lo cual podría no ser cierto. De hecho, hay pandemias aun vigentes, tales como la de la influenzaVIH-SIDA, la tuberculosis, la malaria y entre otras (Ya que una pandemia se define por su existencia en muchos países o regiones). Por lo que convendría preguntarse más: ¿A dónde nos llevará la pandemia del coronavirus?

Antes de poder intentar predecir algo, primero hay que entender al menos 10 claves sobre estos acontecimientos:

1) La pandemia es una creación humana: Esta pandemia es un desastre antrópico, eso quiere decir que, a diferencia de los desastres naturales, este es producido por la acción del ser humano. En este caso, por la acción sobre la fauna, en particular a la extracción y el tráfico de animales salvajes (Se cree que al SARS-COV-2, virus que produce el COVID-19, pudo haber surgido del tráfico ilícito de murciélagos o pangolines). A ello debe sumarse la destrucción de los ambientes naturales, que empuja a los animales hacia las poblaciones humanas. Aunque muchos lo quieren tildar de virus chino, este es un virus que iba ocurrir tarde o temprano, sea en China, Chile o Francia. El único culpable del origen y transmisión del coronavirus es el ser humano y sus actividades económicas.

Inclusive, para quienes gustan de las teorías conspirativas y crean que el virus fue creado en un laboratorio bajo ciertos intereses políticos o económicos (lo cual sería un suicidio), entonces más razón para tildarlo como desastre antrópico.

2) La naturaleza del virus es aún desconocida: Ha ocurrido todo tan rápido, que todavía la ciencia no ha determinado cómo funciona el virus. Eso hace más complicado determinar un posible escenario en el futuro. Podría encontrarse una vacuna en unos meses y el virus desaparecería para siempre; o el virus podría ser de rápida mutación como el de la influenza, por lo que se requeriría de una vacuna nueva todos los años. También, el contagio de una gran cantidad de personas podría generar la inmunidad del rebaño, lo que quiere decir que muchas personas estarían eventualmente inmunizadas por haber superado el virus y, por lo tanto, se corta con las cadenas de contagio y se protege a quienes pudieran ser más susceptibles; pero también es posible que dicha inmunidad no se genere, y han sido reportados casos de personas que superaron la enfermedad y han vuelto a ser contagiadas en el muy corto plazo.

Un estudio de la Universidad de Harvard, publicó en un artículo en la revista Science, que muy probablemente el COVID-19 se volverá estacional, como los virus que causan el resfriado común, con tasas de transmisión más altas en los meses más fríos, por lo que es muy posible que se requieran medidas periódicas de confinamiento o cuarentena(1). Eso nos da un indicio de que este virus ha llegado para quedarse.

Aunado a eso, se han reportado de casos de bebés recién nacidos que han sido infectados, presuntamente a través de la placenta antes del parto(2), así como de personas que presuntamente han vuelto a contagiarse tras haber superado la enfermedad. Todo eso nos hace dar cuenta lo poco que se sabe sobre este virus. En ese sentido, la preparación debería ser para el peor de los casos, es decir, el de estar frente a un virus con alta mutación, que puede volver a contagiar en un corto plazo y de muchas maneras.

3) El modelo económico global es irracional y no apto para superar la pandemia: el dilema de elegir entre el dinero y la vida parece ser fácil de responder en los cuentos, las películas y la lógica, pero en términos políticos y económicos no es así. La razón de tardía decisión de muchos gobiernos para aplicar medidas estrictas de aislamiento fue por los impactos económicos que éstas tendrían. Inclusive, aún hay gobiernos, como México, EE.UU, Brasil y Nicaragua, que niegan las consecuencias del virus y se rehúsan a tomar medidas estrictas de contención.


El modelo económico de alta producción y alto consumo es inútil en un contexto de distanciamiento social, en el que la gente no puede salir a trabajar ni salir a comprar. Hay algunas labores que se podrían realizar a distancia, pero no son la mayoría de los casos. Muchas personas, ya sea porque carecen de estabilidad laboral o se encuentran en el sector informal, deberán arriesgar la salud, tanto la propia como la pública, para poder subsistir, ello bajo la lógica de "el virus puede matar o no, pero el hambre ciertamente mata".

La irracionalidad de nuestro sistema económico se demuestra en el hecho de que la pandemia nos ha llevado a producir y consumir sólo lo esencial, lo que quiere decir que gran parte de la economía se mantiene sobre lo no esencial, por no decir innecesario. Los únicos trabajos que se han demostrado como indispensables son aquellos vinculados a la producción, distribución y venta de alimentos; científicos y personal sanitario; transporte público y personal de seguridad; entre otros pocos, y muchos de los cuales son trabajos mal pagados y que requieren muchas horas, en comparación con el sueldo de un futbolista del Real Madrid cuyo trabajo es tan poco esencial que todos los deportes han sido suspendidos, pero cuyos sueldos son exorbitantes. Así, los grandes perdedores son las industrias más inútiles y aquellas que provocan degradación ambiental, como el turismo, el transporte aéreo, entretenimiento, deportes y petróleo.

Como consecuencia de lo anterior, gobiernos de todo el mundo debieron incentivar programas económicos para financiar industrias, empresas y trabajadores. Irónicamente, bajo la lógica de libre mercado, una empresa o industria incapaz de competir por sí misma, es una que debería desaparecer para dar paso a otras más eficientes capaces de adaptarse a las circunstancias; el problema de ello es la pérdida de empleos que ello significa, aunque a la vez significa mantener empleos de empresas de baja competitividad. De igual manera, la realidad es muy diferente para aquellos que viven al día a día, particularmente aquellos en el sector informal de la economía, que son la mayoría en América Latina y África. Esto a su vez implica la necesidad de subsidios para la subsistencia de todas estas personas. Todo esto implica un enorme gasto público, realmente sin precedentes.

Asimismo, es de considerar que pudo haber existido una vacuna preparada desde hace años, ya que el virus SARS-COV-2 es primo del virus de SARS del año 2003, y ella pudo haberse utilizado para esta pandemia, pero como ese brote fue relativamente bien controlado, fue visto como un gasto innecesario un producto que carecía de mercado y que podría nunca ser usado(3). Es así como la necesidad económica contrasta fuertemente con la necesidad de supervivencia, lo que hace que nuestro modelo económico sea, cuando menos, estúpido. Mucha razón tendría la izquierda en señalar al capitalismo como el verdadero virus, siendo algo lógico invertir en un seguro médico aunque nunca lo vayas a usar.

También, algo que ha demostrado esta pandemia, es que para reducir los altos niveles de contaminación y una posible catástrofe ambiental producida por el cambio climático, se deben reducir los niveles de producción y consumo. Todo el mundo lo tiene claro, pero no se está dispuesto a ello, puesto que implica una seria remodelación del modelo económico capitalista, y a algunos pocos poderosos no les conviene tal escenario, y a otros nada poderosos les han convencido de que sistemas económicos creados por la humanidad son divinos e insustituibles, como decía de la monarquía hace algunos siglos.

Es muy probable que el virus haya llegado para quedarse, lo que debería suponer la remodelación de los modos de producción y de consumo.

4) A mayor poder económico, mayor tasa contagio: esto parece ser algo tan obvio que nadie lo destaca (o que nadie más quiere destacar). Los países más desarrollados del mundo poseen la mayor cantidad de contagios y fallecidos por el COVID-19, mientras que los continentes más desiguales, África y América Latina, poseen apenas una fracción. Para el 16 de abril, en todo el mundo existían más de 2 millones de casos, de los cuales un alrededor de 1.650.000 (82% del total) corresponden a los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), también llamado el "club de los países ricos".

La sola razón de que el virus llegase primero a los países desarrollados y de último a los menos desarrollados, es algo tan simple como el costo asociado a los boletos aéreos, los cuales pueden ser inaccesibles para aquellos quienes viven en países en vías de desarrollo.

Ahora bien, la capacidad económica también incidió en la respuesta de muchos gobiernos, siendo que aquellos con un mayor poderío económico, como EE.UU, España, Italia, Francia e Inglaterra, se arriesgaron y no tomaron medidas de contención prontamente, debido a la confianza que tenían en sus sistema de salud y sus capacidades para hacerle frente; por otro lado, aquellos países con menos capacidad económica o incluso aquellos que han atravesado crisis económicas recientemente, como Grecia(4) y Portugal(5), tomaron acciones más rápidamente para evitar la congestión de sus debilitados sistemas de salud.

Venezuela es un caso que viene a demostrar este punto. Este es un país con crisis económica, de cuyos ciudadanos apenas un puñado puede costear boletos aéreos, y con graves dificultades para la movilidad, ya sea por la escasez de repuestos o de gasolina; y un ya existente distanciamiento social producido por la hiperinflación y la alta criminalidad, que evita que la gente salga de sus hogares. Ello, sumado a que el gobierno tomó medidas estrictas muy prontamente para evitar el colapso de un sistema sanitario ya colapsado, puede hacer que Venezuela sea uno de los países con menor tasa de contagio, inclusive si el gobierno de Maduro estuviera mintiendo sobre las cifras reales. Situación similar puede suceder en aquellos países con infraestructura y movilidad deteriorada o nula, es así como el llamado "desarrollo" juega en contra de la salud pública.

Es decir, las altas tasas de desigualdad y estratificación social, así como una deficiente infraestructura y movilidad (metro, trenes, etc), pueden jugar a favor de los países y clases más pobres para evitar el contagio, porque son las clases altas las que están portando la enfermedad. La expresión "no te juntes con esa chusma", además de que cumple con la medida de distanciamiento social, nunca sonó tan bien para los menos favorecidos. Eso, sin embargo, no quiere decir que las clases bajas tengan la mejor carta, en realidad, por sus condiciones económicas y sociales son aquellos que tienen menor capacidad de enfrentar la enfermedad, y muchos menos tienen la capacidad de competir contra los países ricos en la búsqueda de insumos y equipos médicos, como ya está sucediendo en esta pandemia.

5) Incapacidad del modelo educativo actual: decía Michel Foucault que la escuela cumple la misma función que las prisiones y los manicomios, es decir, la de anular la individualidad, la de someter y controlar. Y es que la gran mayoría de los modelos educativos tienen un régimen casi militar basado en vigilancia, ejercicios, maniobras, calificaciones, rangos y lugares, clasificaciones, exámenes, registros, entre otros. De hecho, la escuela prusiana es el modelo en el que se basa el modelo tradicional educativo en el mundo. En la antigua Prusia, actual Alemania del este, a finales del siglo XVIII y principios del XIX, Federico I establece la obligatoriedad de la educación y Federico II perfecciona el modelo de la escuela prusiana. El objetivo era crear ciudadanos disciplinados y obedientes, incapaces de cuestionar órdenes. La idea de la escuela prusiana era evitar revoluciones.

Con la pandemia y la declaración de cuarentena en muchos países, la asistencia a clases ha sido suspendida y la educación tradicional ha sido relegada a la casa, a la distancia, y en ocasiones a cargo de las familias. Si las cuarentenas pasasen a formar parte de nuestra vida, la escuela basada en el modelo prusiano es incapaz de funcionar.

6) Crisis de la democracia: la pandemia del coronavirus plantea, además, un serio problema del crecimiento del autoritarismo. La gran mayoría de los gobiernos ha requerido poderes excepcionales, a través de las declaratorias de Estado de Emergencia, en las cuales se suspenden algunas garantías constitucionales, particularmente el asociado al libre tránsito. Si el coronavirus se convierte en un virus estacional, entonces podríamos ver cuarentenas cada cierto tiempo, incluyendo los Estados de Emergencia, pudiendo convertirse en medidas permanentes.

Asimismo, la visión orwelliana de un Estado de vigilancia está más vigente que nunca, y ya existen varios países que están usando las tecnologías para vigilar el brote del virus, cruzando las referencias que se pueden encontrar en tu celular, como los lugares que visitas y las personas con las que te cruzas, así como el estado de salud y los síntomas que pudieras presentar en redes sociales. Países como China, Taiwan, Singapur, Corea del Sur e Israel, están utilizando esta tecnología, lo cual los ha hecho muy eficientes para contener el brote, y ya se está planteando su uso en Europa y EE.UU.

El modelo de democracia representativa lleva ya muchos años en crisis, siendo que muchas personas desconfían de las clases políticas tradicionales, lo que ha conllevado a la victoria de outsiders como Trump, Bolsonaro, Chávez y López Obrador. También la gestión del coronavirus ha incidido, generalmente, de manera positiva en las popularidad de los gobiernos(6). Esto eso se explica a razón de que, las poblaciones son por sí solas impotentes ante esta amenaza, así que la figura del presidente de la república o del primer ministro se transforma en la única figura capaz de hacer algo por nosotros, por lo que uno pasa a depender de la autoridad de una manera que no es habitual.

Además, a esto debemos sumar el hecho de que la pandemia ha conllevado a la suspensión de elecciones en muchos países, y que no pareciera que serán reanudadas en el corto plazo. También, debe agregarse que en los últimos meses las calles estuvieron convulsionadas en muchos países, con protestas en Chile, Ecuador, EEUU, China (Hong Kong), Irán, Egipto, Líbano, entre otros, las cuales fueron apagadas por la pandemia. Todo esto tienen el potencial efecto de incidir en las libertades y la democracia.

7) El miedo al contagio nos hace más conservadores: Aparentemente, cualquier signo de pensamiento libre, incluso de invención e innovación, se valora menos cuando existe el riesgo de contagio(7). Estudios han demostrado que cuando tememos al contagio, tendemos a ser más severos cuando juzgamos un incumplimiento de lealtad (como un empleado que habla mal de su empresa) o cuando vemos a alguien que no respeta a una autoridad (como un policía o juez). Claro que esos incidentes particulares no harían nada para propagar la enfermedad, pero al ignorar la convención, han dado la señal de que pueden romper las reglas que existen para mantener a la enfermedad lejos.

Esa irracionalidad fundamentada en el miedo nos hace más susceptibles a creer en informaciones falsas (fake news) y en teorías de conspiración, como métodos de hacernos sentir cierta seguridad ante una crisis que, como individuos, no podemos controlar, ya sea sobre supuestas curas milagrosas o armas biológicas creadas por China o EEUU. Dicha irracionalidad puede ser muy perjudicial, y puede tener el potencial de dañar la salud pública (Ej: una supuesta cura milagrosa que en realidad hace daño, como el dióxido de cloro), la infraestructura (Ej: En Reino Unido se dañaron antenas de transmisión de 5G por la creencia de que transmiten el virus) y la vida política, siendo que la desinformación puede ser una manera de manipular a la opinión pública.

También ese miedo, que motiva nuestro instinto de conservación y que puede llegar a ser muy agresivo, ha llevado en mucho casos a incitar la discriminación contra las personas. En primer lugar, en varios países se dio la discriminación contra los chinos(8), como si los chinos fuesen los únicos que pudiesen portar el virus. Una vez que el virus se asienta en varios países, transmitido no por chinos sino por europeos o personas que viajaron a Europa o EE.UU, la discriminación se trasladó hacia los portadores o posibles portadores del virus. Se han visto casos de personas que han sido discriminadas y atacadas por sus vecinos(9)(10), incluso quienes han atacado al personal sanitario por temor a ser contagiados(11).

El miedo es un factor que puede incidir en en nuestra psicología y nuestro modo de actuar, y es una de las claves más importantes de lo que podría venir en el futuro.

8) Aumento del nacionalismo: "Justo cuando deben combatir una pandemia que no respeta fronteras, los líderes de muchas de las economías más grandes del mundo se encuentran a merced de principios embarazosamente nacionalistas que socavan los esfuerzos colectivos para controlar el nuevo coronavirus", así empieza un artículo del New York Times sobre la falta de cooperación internacional para enfrentar el virus.(12)

Y es que todos los científicos y expertos señalan la necesidad de la cooperación internacional para luchar contra esta pandemia, ya que teniendo un mundo tan interconectado, es imposible que esta la pueda afrontar un sólo país. O nos unimos todos, o nos hundimos todos. Sin embargo, según el New York Times, por lo menos 69 países han prohibido o restringido la exportación de equipo de protección, dispositivos médicos o medicamentos. La Organización Mundial de la Salud ha advertido que el proteccionismo limitaría la disponibilidad global de las vacunas.

Ya que los países del planeta necesitan las mismas herramientas para salvar vidas al mismo tiempo, las rivalidades nacionales ponen en riesgo el acceso de todos. Los países más ricos asegurarán esas vacunas y medicamentos y, básicamente, gran parte del mundo en vías de desarrollo estará completamente fuera del panorama. El Gobierno alemán, por ejemplo, denunció que Trump le ofreció 1.000 millones de dólares a una farmacéutica alemana por el monopolio de la cura. Y a pesar de que varios de los laboratorios están en contacto y trabajan en equipo, gracias a alianzas universitarias o políticas bilaterales, lo hacen dentro de organizaciones que podrían monopolizar la vacuna(13).

El reciente anuncio del presidente Trump de dejar de financiar a la OMS, justo en vísperas de pandemia, es una patada muy fuerte a la cooperación internacional y a los organismos multilaterales.  El propio Antonio Guterres, Secretario General de Naciones Unidas, señaló que este no es momento de proteccionismo sino de cooperación(14), pero ha sido como si hablara con la pared.

9) La solidaridad es intrínseca al ser humano: No todo es negativo. Aunque los gobiernos y algunos individuos se han orientado hacia prácticas nada solidarias, también es posible ver lo contrario. Se han originado iniciativas de todo tipo, desde personas que se dedican a fabricar mascarillas, empresas que cambian su producción habitual para producir insumos médicos, experiencias de apoyo entre vecinos, expresiones de apoyo desde los balcones, entre muchas otras.

La cooperación y apoyo mutuo es una parte intrínseca al ser humano, tanto o más que la competencia o la violencia. De hecho, literalmente, sin apoyo mutuo no estarías leyendo esto ni yo escribiéndolo, puesto que, en comparación con el resto de las especies, el ser humano es bastante inútil desde el momento en el que nace y hasta varios años después de nacido, lo cual contrasta con muchas especies que ya puede caminar a las pocas horas después de nacer. El éxito que pudiera tener el ser humano como especie se debe principalmente a su capacidad de cooperar con otros seres humanos, siendo inclusive necesaria la cooperación para competir y hacer guerra con otro grupo de humanos.

Ningún elemento económico, político, religioso o cultural, podrá eliminar nuestra naturaleza como animales gregarios que tienden hacia la cooperación y la conservación del grupo, pero sí han sido muy buenas a la hora de decidir a quienes tildamos como aliados y como enemigos.

10) La crisis como oportunidad: Me voy a permitir citar descaradamente a Albert Einstein:
No pretendamos que las cosas cambien, si siempre hacemos lo mismo. La crisis es la mejor bendición que puede sucederle a personas y países, porque la crisis trae progresos. La creatividad nace de la angustia como el día nace de la noche oscura. Es en la crisis que nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias. Quien supera la crisis se supera a sí mismo sin quedar ‘superado’. Quien atribuye a la crisis sus fracasos y penurias, violenta su propio talento y respeta más a los problemas que a las soluciones.

La verdadera crisis, es la crisis de la incompetencia. El inconveniente de las personas y los países es la pereza para encontrar las salidas y soluciones. Sin crisis no hay desafíos, sin desafíos la vida es una rutina, una lenta agonía. Sin crisis no hay méritos. Es en la crisis donde aflora lo mejor de cada uno, porque sin crisis todo viento es caricia. Hablar de crisis es promoverla, y callar en la crisis es exaltar el conformismo. En vez de esto, trabajemos duro. Acabemos de una vez con la única crisis amenazadora, que es la tragedia de no querer luchar por superarla.
Esta pandemia, a pesar de lo terrorífica que pueda ser, también representa una gran oportunidad para cambiar, inclusive si eso significa cambiar nuestro sistema político, económico, social, educativo, cultural o religioso. Insistir en volver al status quo es un error, y lo único que no se puede cambiar es el cambio.

¿A dónde vamos?

Normalmente, para que ocurran grandes cambios en una sociedad, deben ocurrir grandes hechos o sucesos, como bien puede ser la disconformidad social (Ej: Revolución Francesa), avances tecnológicos (Ej: Revolución Agrícola, Revolución Industrial), una guerra catastrófica (Ej: La segunda Guerra Mundial), desastres naturales o cualquier otro. Siempre pensé que si algo pudiera generar el punto de inflexión para cambiar las estructuras de la sociedad global actual, eso sería el cambio climático, pero al parecer eso podría lograrlo algo más diminuto y menos destructivo, aunque igual de catastrófico en vidas humanas.

Primero, dejemos algo bastante claro: nosotros no podemos regresar a la "normalidad", porque si hacemos eso, esto va a volver a ocurrir, ya sea dentro de 10 o 100 años. Esta pandemia es de origen antrópico, por lo que es resultado de nosotros como especie y su solución será de nosotros como especie. Tanto así, que sólo la humanidad se está viendo afectada por este desastre, a diferencia de lo que ocurriría con el cambio climático o cualquier otro desastre natural. Esto que enfrenta el mundo requiere cambios, serios cambios estructurales de la organización humana, y si todo regresa a como era antes, de antemano debe ser declarado un fracaso.

Luego de enfrentarnos a esa dura realidad, debemos enfrentar una segunda: todo estará determinado por la naturaleza del virus, por lo que debemos imaginarnos el peor escenario, es decir, el de un virus que llegó para quedarse y que nos forzará de manera permanente a tomar medidas de distanciamiento social y cuarentenas.

Ahora bien, en lo económico, muy probablemente la práctica del teletrabajo llegó para quedarse, al menos de aquellas labores que pueden realizarse de esta manera. Así, la automatización del trabajo será uno de los principales requerimientos en el futuro cercano, lo que implica la robotización de los más trabajos más simples, y la consecuente pérdida de empleos, forzando a la población a tomar  trabajos más especializados, y en consecuencia a una educación especializada. Este podría ser impulso que necesitaba la llamada Cuarta Revolución Industrial que muchos vaticinaban. Los subsidios a la población, la pesadilla de los más liberales, probablemente han llegado para quedarse también, ya que mucha gente estará imposibilitada de vivir por cuenta propia. Muy seguramente el modelo económico será cuestionado fuertemente, principalmente desde el punto de vista ambiental y de salud pública, pero es poco probable que de ello devenga algún tipo de cambio.

Espero mucho no equivocarme, pero probablemente en los países en vías de desarrollo el brote del virus será muy extendido, al menos en comparación con aquellos países desarrollados, debido a las graves deficiencias de infraestructura y desigualdad social. Sin embargo, si el virus se propaga en las clases sociales más bajas, sería de mucho mayor impacto, ya que este grupo suele vivir en mayor aglomeración, con menos capacidad económica para obedecer el distanciamiento social y las cuarentenas, así como menos recursos para afrontar la enfermedad en caso de ser infectado.

En el aspecto social, las medidas de distanciamiento social podrían convertirse en parte de nuestras vidas, incidiendo con ello en nuestro estilo de vida habitual. Ello generaría tanto sentimientos de miedo y discriminación, como de comprensión y solidaridad hacia personas infectadas. En todavía mayor vulnerabilidad estarían aquellos que ya pertenecen a grupos vulnerables, como niños, mujeres, personas con discapacidad, migrantes, privados de libertad, pueblos indígenas, afrodescendientes, entre otros. En un sentido similar pasaría con el modelo educativo, y muy probablemente se incentive la educación a distancia, pero habrá más riesgos para aquellos que no tengan los recursos para acceder a internet o comprar libros. Nuestros estilos de vida y la forma de interrelacionarnos socialmente, incluso en cosas tan básicas como saludos y abrazos, podría cambiar permanentemente, probablemente girando hacia lo digital. Esto podría ser una buena oportunidad para abandonar el sistema educativo prusiano, hacia modelos de educación como la Educación Popular, Waldorf, Montessori, Cossettini, Pedagogía libertaria y la Homeschooling, o cualquier otro modelo en la llamada pedagogía progresista.

Desde el punto de vista de la política, si pandemia se extendiese por un período indeterminado, todo pareciera indicar que vamos rumbo a estructuras políticas más autoritarias, que sean capaces o digan ser capaces de enfrentar la pandemia, según la metodología que sea. Si la pandemia no se extendiende a largo plazo, el autoritarismo tendrá menos excusa para justificar su existencia. Con cada día que pasa, nos adentramos hacia el Estado Totalitario de Vigilancia que planteaba Orwell en su novela 1984.

Dependiendo de las consecuencias de la pandemia, esta podría generar una situación similar a la Primera Guerra Mundial, en la cual se acentuaron los nacionalismos y los conflictos internacionales; o la Segunda Guerra Mundial, en la cual se acentuó la necesidad de cooperación internacional y que dio origen a la creación de las Naciones Unidas. Si los países, a nivel nacional, logran contener la expansión del virus dentro de sus fronteras, esto nos llevará a un resultado similar a la Primera Guerra, y hasta ahora ese es el escenario más probable. Ahora bien, si la pandemia se extiende por mucho tiempo, y/o la cantidad de fallecidos es extraordinariamente alta, muy seguramente los gobiernos se verán en la necesidad de cooperar entre sí, y darle un mayor impulso al multilateralismo. Aunque es poco probable, se podría dar mayor poder a las Naciones Unidas y sus órganos especializados (como la OMS), para que sus decisiones sean vinculantes y obligatorias para los Estados. Si algo parece ser claro, es que la estructura internacional cambiará, puesto que EE.UU. ha abandonado su posición de liderazgo en el escenario internacional, dedicandose a sus fronteras, y dejando el camino abierto para que China y Rusia tomen la batuta. Ya China, por ejemplo, no sólo ha enviado aportes y cooperación a muchos países, sino que ya ha intentado asumir el costo financiero que ha dejado la retirada del financiamiento a la OMS por parte de Trump(15).

Finalmente, se ha generado, en las últimas semanas, el falso dilema sobre la elección que los gobiernos deben hacer entre salvar la economía o salvar millones de vidas. Un dilema es cuando nos enfrentamos a un problema con una solución imposible, como elegir entre salvar la vida de un niño y la de un anciano escritor que fue premio Nobel de literatura. No existe tal dilema porque la economía es una construcción humana, y así como fue creada puede ser eliminada y sustituida por otra nueva. No existe ninguna necesidad de elegir entre algo imaginario creado por el ser humano y las vidas de millones de personas. Esta debe considerarse la oportunidad perfecta para avanzar hacia un nuevo estadio de la humanidad, con nuevas estructuras políticas, sociales y económicas, y en las que, me atrevo a aventurar, sus principios estén fundamentados en la igualdad y la libertad.


Notas:
  1. Confinamiento único no detendrá al coronavirus y se precisarán cuarentenas en 2022, según estudio. Disponible por: https://www.france24.com/es/20200415-confinamiento-%C3%BAnico-no-detendr%C3%A1-al-coronavirus-y-se-precisar%C3%A1n-cuarentenas-en-2022-seg%C3%BAn-estudio
  2. Coronavirus en Perú: nació un bebé infectado con Covid-19 y es el primer caso de un contagio por la placenta en ese país. Disponible por: https://www.clarin.com/sociedad/coronavirus-peru-nacio-bebe-infectado-covid-19-primer-caso-contagio-placenta-pais_0_-4hyU9Cui.html
  3. Coronavirus: cómo el mundo desaprovechó la oportunidad de tener una vacuna lista para hacer frente a la pandemia. Disponible por: https://www.bbc.com/mundo/noticias-52216766
  4. Coronavirus: cómo la crisis económica de la última década ayudó a Grecia en su estrategia para combatir la pandemia. Disponible por: https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-52242496
  5. Coronavirus: por qué Portugal tiene un número de fallecidos 32 veces menor que su vecino España (y el inusual papel de su clase política). Disponible por: https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-52300024
  6. Coronavirus: por qué la pandemia de covid-19 está aumentando la popularidad de la mayoría de los presidentes. Disponible por: https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-52186602
  7. Coronavirus: cómo el miedo a la enfermedad covid-19 está cambiando nuestra psicología. Disponible por: https://www.bbc.com/mundo/noticias-52191660
  8. ONU rechaza declaraciones que expresen xenofobia y discriminación racial por coronavirus. Disponible por: https://www.aa.com.tr/es/mundo/onu-rechaza-declaraciones-que-expresen-xenofobia-y-discriminaci%C3%B3n-racial-por-coronavirus-/1776726#
  9. Coronavirus en Argentina: aumentan las denuncias por discriminación a los contagiados y a quienes son sospechosos de tener COVID-19. Disponible por: https://www.infobae.com/sociedad/2020/04/16/coronavirus-en-argentina-aumentan-las-denuncias-por-discriminacion-a-los-contagiados-y-a-quienes-son-sospechosos-de-tener-covid-19/
  10. "Recibí mensajes de muerte": hombre denuncia discriminación por estar contagiado con coronavirus. Disponible por: https://www.univision.com/shows/primer-impacto/recibi-mensajes-de-muerte-hombre-denuncia-discriminacion-por-estar-contagiado-con-coronavirus-video
  11. "No me voy a quitar el uniforme": Médica colombiana denuncia discriminación en medio de la pandemia del coronavirus (VIDEO). Disponible por: https://actualidad.rt.com/actualidad/349269-medica-colombia-discriminacion-pandemia-coronavirus
  12. El nuevo frente del nacionalismo: la batalla global contra el virus. Disponible por: www.nytimes.com/es/2020/04/13/espanol/negocios/nacionalismo-coronavirus-vacuna.html
  13. Sálvese quien pueda: ¿Qué pasa con la cooperación internacional en la pandemia?. Disponible por: https://www.semana.com/mundo/articulo/coronavirus-cooperacion-internacional-vs-individualismo-en-medio-de-la-pandemia/661295
  14. La pandemia del coronavirus llama la solidaridad mundial, no al proteccionismo. Disponible por: https://news.un.org/es/story/2020/03/1471472
  15. China dona 30 millones de dólares a la OMS tras la retirada de EEUU. Disponible por: https://www.metrolibre.com/internacionales/169268-china-dona-30-millones-de-d%C3%B3lares-la-oms-tras-la-retirada-de-eeuu.html


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