Westerozuela: 72 horas


Creo que ya pasó todo lo que tenía que pasar, así que es hora de que escriba algo sobre el Juego de Tronos a la venezolana, cuyo desenlace debería ocurrir el domingo 27 de enero.

Han pasado apenas 48 horas desde que Jon Guaidó se autoproclamó Rey de Westerozuela, haciendo molestar a Nicolás Lannister y sus allegados. Lo impresionante de este capítulo es el abierto apoyo de varias Casas a Jon Guaidó, en particular de Donald Targaryen. En respuesta a tal burla, Nicolás Lannister expulsó a los representantes Targaryen del país, dando un plazo de 72 horas para abandonarlo. Sin embargo, la Casa Targaryen, que no reconoce la autoridad de Nicolás, se ha rehusado a dejar el Reino. Y quizás, sin darse cuenta, Nicolás Lannister se ha lanzado a sí mismo la soga al cuello. ¿Qué pasará ahora?

Fuera de bromas: es una situación inédita. Es totalmente inaudito que un país se niegue a retirar sus personal diplomático y consular tras una ruptura de relaciones diplomáticas. Y es que, desde el punto de vista de los EE.UU. (la casa Targaryen), no puede haber una ruptura de relaciones con un gobierno que no reconoces, algo que tiene sentido. La situación es interesante porque ¿Qué puede hacer Maduro ahora?

ESCENARIO 1:

Pasan las 72 horas y el personal diplomático y consular de los EE.UU. se retira. Ello no generaría mayor conflicto, excepto en el seno de la oposición, lo cual acabaría su sorpresiva explosión de popularidad, en particular de Juan Guaidó, quien solicitó a las representaciones diplomáticas y consulares permanecer en el país y hacer caso omiso al gobierno de Nicolás Maduro.

Este pareciera ser el menos viable de los escenarios.

ESCENARIO 2:

Pasan las 72 horas y no pasa nada. El gobierno venezolano no da una mayor respuesta y el personal diplomático y consular estadounidense continúa allí. Aunque, por razones de seguridad, ya EE.UU. anunció el retiro del personal "no esencial" de la Embajada, pero lo más seguro es que continúen las actividades de la Embajada en respaldo a Guaidó. Esto sería riesgoso para el personal de la Embajada, porque sólo el gobierno de Nicolás Maduro tiene la capacidad policial y militar para resguardar su integridad física, y ya no tiene la obligación de hacerlo.

Quizás ocurra como dijo Diosdado Cabello, segundo hombre fuerte de la Revolución Bolivariana, y corten los servicios públicos de la Embajada, pero ello no sería gran cosa, porque el daño simbólico ya estaría hecho: Maduro no fue capaz de hacer cumplir una orden que dio en público y cadena nacional. Eso sería una demostración de que Maduro no tiene poder y que Guaidó sí puede hacer valer su palabra.

Este escenario es el más posible. Apuesto a que veremos el montón de cámaras situadas en la Embajada americana en las próximas horas, así como posibles concentraciones.

ESCENARIO 3:

Si Maduro interviene a la fuerza en la Embajada de EE.UU., eso sería un motivo racional para intervenir militarmente en Venezuela, bajo la justificación de la defensa y protección de los ciudadanos estadounidenses en territorio venezolano. En la actualidad, la idea de intervenir militarmente a Venezuela puede resultar como una idea estrafalaria e inútilmente costosa para Washington, sobre todo teniendo en cuenta el cierre parcial del gobierno de los EE.UU; pero, un ataque directo contra la Embajada estadounidense podría unificar al Congreso de EE.UU para aprobar una expedición militar y recursos para resolver el "Problema Maduro".

No necesariamente la intervención de la Embajada podría ser bajo la figura de la policía o los militares, podrían ser civiles armados o desarmados, que ataquen las instalaciones y al personal que allí labora. Creo y espero que este será el escenario menos posible.

Este es el escenario de todos aquellos que, en su inconsciencia e irresponsabilidad, quieren una intervención militar, sin tener ningún remordimiento en el costo de vidas humanas y materiales que ello implica. Los que tanto quieren una intervención militar, por favor pongan a sus seres queridos a la orden, no los ajenos.

¿CÓMO TERMINARÁ LA TEMPORADA?

Igual que en Juego de Tronos, el final es totalmente impredecible y cualquier cosa puede pasar. Sin embargo, algo se ha hecho evidente en los últimos días: hay apoyo de los sectores populares para una insurrección popular y/o militar. Algo si hemos de admitir: esta vez la oposición se la ha jugado bien, puesto que además ha hecho dos cosas diferentes esta vez: 1) Haber coordinado sus acciones en el escenario internacional, en particular el Grupo de Lima; 2) llamar abiertamente a las fuerzas armadas a actuar, inclusive ofreciendo amnistía. Además, por alguna razón, Juan Guaidó, al ser una cara nueva, alejado de la élite política de siempre, goza de cierto carisma frente a la gente.

De no abordarse esta problemática tempranamente, se podría generar un escenario similar a Siria: un gobierno que tiene el respaldo de los militares pero no el apoyo popular, lo que generó que la oposición, tras infructuosos intentos por la vía pacífica, se armara para sacar a Bashar al-Assad del poder, con la consiguiente sanguinaria guerra civil que ya todos conocemos. Para evitar este escenario, es necesario que las partes empiecen a ceder, en particular el gobierno venezolano debe considerar conceder espacios de poder, inclusive en el ejecutivo. Incluso si hay una guerra, al final, deberá existir un proceso de negociación.

Comentarios