Propuestas económicas para Venezuela en 2018



Empecemos por una pregunta sencilla... ¿Qué medidas podría tomar el gobierno venezolano para detener la inflación? (si realmente lo quisiera).

Para responder ello vamos a apartar medidas que serían poco realistas considerando el tono ideológico del gobierno, como la dolarización y la abolición del control cambiario.

En primer lugar, algo que podría intentar el gobierno es incentivar el ahorro. Pero no se trata de decirle a la gente que ahorrar es bueno, sino la de crear condiciones en la que ahorrar sea buen negocio. ¿Y cómo se hace eso? Subiendo las tasas de interés.

La consecuencia positiva sería para nuestros ahorros. Si se aumentan las tasas de interés, la gente podría ver más beneficios en ahorrar en bolívares que ahorrar en divisas o bienes de consumo durarero, que es además mucho más fácil de realizar. A su vez, esto daría fortaleza al bolívar y evitaría la constante devaluación de la moneda, deteniendo la inflación.

El efecto negativo sería en el caso de los créditos, dado que una tasa más alta hace más difícil pagar nuestras deudas al banco. Sin embargo, eso evita que la gente contraiga más deudas, desincentiva el consumo y evita que aumente la demanda y, por tanto, la inflación.

Llámame loco, pero una tasa de interés del 100%... mensual... Sería lo ideal. Por ahora.

Otra posible medida, que sale de mi sombrero y me he inventado a lo loco, es atar la tasa de variación del sueldo mínimo a la tasa de la inflación o, incluso, a la tasa de dólar paralelo. ¿Qué quiere decir eso? Por ejemplo, yo propongo la tasa McDonalds: Si un Big Mac cambia su precio, de una semana a otra, en un 25%, el sueldo mínimo deberá aumentar un 25% en el mismo período de tiempo. (La tasa podría basarse en cualquier otro rubro o conjunto de rubros).

Si la tasa de aumento de sueldos y salarios estuviera atada al aumento de los precios, los productores y comerciantes se lo pensarán dos veces antes de aumentar el precio de los productos. Sería una especie de sueldo mínimo variable, ajustado por las "fuerzas del mercado"... en lugar de un burócrata sentado en una oficina con aire acondicionado. Así, el gobierno se limitaría a medir y publicar la variación de los precios y denunciar que si todo aumenta es por culpa de McDonalds y no del gobierno (Hay que hacer que la propuesta sea atractiva para el Gobierno).

Se podrían tomar otras políticas más ortodoxas, pero el gobierno teme el costo político de tomarlas. Si se quisiera evitar el costo político de tomar algunas medidas económicas, como la eliminación de todos los controles cambiarios y de precios, o incluso implementar una dolarización de la economía, bien se podría acudir a los referendos consultivos, y así evitarse un posible castigo electoral.

Es importante recordar que los referendos no sólo son convocados por el Presidente o la Asamblea Nacional, también lo puede hacer "un número no menor del diez por ciento de los electores y electoras inscritos en el registro civil y electoral" (Art 71 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela). Además, así se destruye el mito más grande de las últimas dos décadas en Venezuela: Que se necesita llegar a la presidencia para cambiar las políticas públicas del país. El cambio lo puedes hacer tú, no alguien sentado en Miraflores.

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