Me gusta cuando votas,
porque estás como ausente.
Y te escucho a lo lejos, tu voz no me toca.
Parece que el cerebro te lo hubieran volado
y parece que una migaja te cerrara la boca.
Como todas las cosas son para mi vida,
me hago con tus cosas, que llenan el alma mía.
Votante de ensueño, que complaces mi alma,
y te pareces a la palabra que me viciaría.
Me gusta cuando votas y estás como distante,
y estás como dormido, votante en arrullo.
Y te oigo a lo lejos, tu voz no me alcanza.
Deja que yo aproveche ese voto tuyo.
Déjame hacer también con tu silencio,
negro como el petróleo, fácil como robarle a un niño.
Eres como la noche, callada y estrellada,
fácil para ladrones, tan cerca y sencillo.
Me gustas cuando votas porque estás como ausente.
Alegre y esplendoroso como si algo hubiera cambiado.
Un voto entonces, una elección bastan.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.
Alegre y esplendoroso como si algo hubiera cambiado.
Un voto entonces, una elección bastan.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.
Basado en el poema XV de "20 poema de amor y una canción desesperada" de Pablo Neruda.
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