La regla hace la trampa

Existe la creencia generalizada de que las normas y prohibiciones generan orden, y puede que sea cierto, ya que en la dictaduras existe mucho "orden". Pero, por otro lado, también es el origen del caos.

Pero todo se entiende mejor con un ejemplo: Cuando estaba en el bachillerato, nosotros veíamos clases de computación. Una de las cosas que nos gustaba era jugar en la PC con los compañeros en las horas del receso, pero para instalar los juegos era necesario una contraseña, y la profesora no deseaba compartirla con nosotros, lo cual es muy triste, porque eran juegos educativos, de esos donde tienes que calcular el tiempo y la distancia precisa para hacer explotar la cabeza del otro con un lanzamisiles. Mejor que una clase de física. En fin, algo que hice en ese momento fue conseguirme un programa llamado "keylogger". ¿Qué demonios es un keylogger? Esto es un programa que registra todo lo que una persona escribe en el teclado: correos, chats, contraseñas, absolutamente todo. Así, esperé a que en algún momento la profesora introduciese la contraseña y eso fue todo. La diversión no duró tanto, porque me metí en problemas una vez me descubrieron. Y desde ese entonces, no he vuelto a hacer nada malo... y no hay nadie que tenga evidencia de lo contrario.

Mi lección de ese día no fue que no debí haber hecho eso, sino que debí haberlo ocultado mejor. Me gustaban los videojuegos (y todavía me gustan) y, sobre todo, jugarlo con los amigos, así que siempre lo habría hecho. Lo mismo se puede aplicar a otras situaciones. El ladrón y el asesino siempre piensan que se saldrán con la suya, y no importa cuantas décadas le aumenten a la condena o si implementan la pena de muerte, él siempre lo hará por esa sencilla razón.

Ahí reside el fracaso de las leyes y normas. Ellas existen desde hace miles y miles de años, y todavía seguimos creyendo en que funcionan. Y es que ellas tan sólo atacan el problema a posteriori, pero no a priori. No se ataca la raíz del problema, sino sus ramas, por lo que nunca dejan de aparecer. Se está empecinado que los problemas se solucionan mediante la violencia o la amenaza (policía y la ley), y se deja de lado o de plan B el diálogo, la lucha contra la desigualdad, la educación, etc.

Como dato curioso, hace algunas semanas, en Islandia, hubo un escándalo a razón de que unos policías mataron a un criminal. Nunca había pasado nada así en la isla, donde la mayor parte de los policías ni siquiera usan armas. Y es que en esa isla está la menor tasa de violencia en el mundo, y esto no es gracias a la fuerza policial desarmada, ni gracias a la cultura pacífica de los descendientes de vikingos, se debe a que Islandia es muy corta la brecha entre ricos y pobres. Es un país compuesto mayormente por clase media.

A mi que me acusan de utópico, debo decir que pensar que todo se solucionará a través de la ley y la fuerza es también una utopía.

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