El problema es el materialismo... Y el idealismo.

Una de las críticas más comunes en contra el estado actual de la sociedad, que para muchos de nosotros es caótica, se debe en gran parte al materialismo. Este amor por las cosas materiales es lo que hace que las cosas tengan más valor que la persona humana, lo cual es cierto. Pero esto no es toda la verdad, ya que el gran problema no es sólo el materialismo, sino también el idealismo. No sólo lo material es más importante que la vida misma, sino que las ideas valen más que la vida misma.

Esa crítica al materialismo, muy irónicamente, pueden provenir tantos de grupos de izquierda como los de derecha, como lo pueden ser los socialistas y los grupos grupos religiosos, respectivamente. En la religión, no es nada nuevo el ensalzar la espiritualidad por encima de lo material. El amor a Dios por encima de todas las cosas, dice el mandamiento. En la izquierda podríamos hacer un corto símil: "Amar a la revolución por encima de todas las cosas".

Es así como se justificaron muchas atrocidades a lo largo de la historia, sea de la ideología que sea. El cristianismo empezó la Inquisición por un sincero y brutal amor hacia el infiel, el cual de no convertirse al cristianismo, su alma pasaría toda la eternidad en el abismo infernal. El nazismo se basó en el sincero ideal del amor a la patria y al pueblo alemán, que tenía la obligación de llevar, no sólo la gloria al pueblo alemán, sino al resto del mundo. El liberalismo se basa en un sincero amor al individuo, para que este ejerza su libertad sin que nadie le obstaculice, pero no sólo olvidó que el hombre no es una isla, sino que lo quitó un poco de esclavitud política para dejarle mucha más esclavitud económica. El comunismo se basa en el sincero ideal de amor a la igualdad y la justicia, y que aparentemente para lograrlo hay que reducir la individualidad (personalidad) a su mínima expresión en sistemas políticos totalitario o cuasi-totalitarios. Incluso, anarquistas del siglo XIX y principios del XX, en su amor a la libertad y desprecio a la autoridad, tenían la idea de que colocar algunas bombas en lugares públicos y matar archiduques y dar una excusa para empezar la I Guerra Mundial, era una excelente forma de lograr el ideal.

Todos piensan que su ideal es bueno y justo, y que por lo tanto, puede ser igual de justo y necesario aplastar a quien sea que se atraviese para lograr el ideal. Nunca encontrarás una guerra cuyos combatientes no hayan sentido que luchaban por la justicia, la libertad, la igualdad, por Dios, etc, etc.

Es así como nos han enseñado a sentir más respeto por las ideas que por las personas: "Debes respetar las creencias del otro", pero poco importa respetar la tendencia sexual del otro. "Debes respetar las ideas políticas del otro", pero poco importa respetar sus decisiones. Y esto es así sucesivamente. Vivimos en mundo donde lo material importa más que la humanidad, e incluso, donde las ideas importan más que la humanidad.

El respeto es para los seres vivos, no para las cosas ni para las ideas. Las ideas no tienen sentimientos, no tienen honor, no existen. Las ideas son herramientas y no un fin en sí mismo, y las ideas pueden ser puestas a luchar, a ser incluso masacradas, para lograr una idea mejor. Eso es lo que se llama debate. ¿Cual debe ser nuestro verdadero fin? Como decía Kant: "El hombre no es un medio sino un fin en sí mismo". No debemos ser materialistas, ni idealistas, sino -a falta de mejor palabra, y sin menosprecio de los otros seres vivos- humanistas.

Comentarios

Anónimo dijo…
Ciertamente este comentario es acertado, pero ¿Quién no vive en el mundo de las ideas, en la comodidad y esos placeres mundanos?
mamamia1961 dijo…
Creo que el amor a los seres vivos no se contrapone con el amor por los ideales. Se complementan. En general, quienes aman a los seres vivos tienen ideales y concretizan en hechos ese amor y esas ideas. Hay que difundir + y actuar + en relación a este tema. Perdón si malinterpreté este artículo!Gracias por todo lo que nos comparten!!!
mamamia1961 dijo…
¡Gracias por la información tan valiosa y tan claramente expresada...y con un encantador sentido del humor que hace tan amena y atrapante su lectura! Un abrazo desde Argentina!!!
Víctor Camacho dijo…
Es que ocurre que, muy continuamente, ese amor por los ideales suele llegar a superar al amor a los seres vivos. El amor al ideal puede ser tan grande que simplemente te olvidas de aquello está vivo, de lo real, que solo le pasas por encima. Si eres capaz de complementarlo, sin caer en el menosprecio de la realidad, entonces genial, pero es algo que debes tener en cuenta. Como decía Nietzsche: "Cuando se lucha contra monstruos, haz de procurar en no convertirte en uno".

Saludos y muchas gracias por tus comentarios! =)
Unknown dijo…
Y sólo queda preguntarse: ¿Cuándo algo es Justo?, sin tomar en cuenta a la moral, porque de una forma material o ideal, esta presente, las 2 ideologías buscan el Bien y no el Mal.