Venezuela perdería en una guerra convencional contra EEUU, pero eventualmente ganaría en guerra de guerrillas

 

En un hipotético escenario de conflicto armado entre Estados Unidos y Venezuela, es evidente que este último tendría todas las de perder en un enfrentamiento convencional. Sin embargo, la estrategia que maneja el chavismo no contempla un choque directo contra la mayor potencia militar del planeta.
Desde hace años, la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) ha convertido en consigna la advertencia: “Venezuela será su segundo Vietnam”. Es decir, la estrategia se basa en la guerra de guerrillas.
En cuanto a la pregunta hipotética sobre si Venezuela podría superar a EEUU en una guerra de guerrillas, la respuesta más probable es que sí: tendría una ventaja significativa en ese escenario específico. Esto se debe a que la guerra irregular no depende del poder militar convencional, sino de principios fundamentales de la guerrilla y la contrainsurgencia, donde la potencia invasora enfrenta enormes desventajas.

Factores determinantes

1. Ventaja del terreno y el clima

  • Conocimiento local: Las fuerzas venezolanas, especialmente bajo tácticas de guerrilla, operarían en su propio terreno (selvas, montañas andinas, zonas urbanas densas).
  • Desgaste del invasor: Las tropas estadounidenses tendrían que adaptarse a un clima tropical y a un terreno hostil y desconocido, lo que afectaría su moral, logística y efectividad.

2. Apoyo de la población

  • Principio clave: Mao Zedong afirmaba que el pueblo es el “agua” y el guerrillero el “pez”.
  • Resistencia nacionalista: Una invasión extranjera, incluso si inicialmente es vista con alivio por algunos sectores, podría generar una fuerte reacción nacionalista, especialmente entre los afines al chavismo. Esto proporcionaría refugio, información y suministros a la insurgencia.

3. Coste y voluntad política en EEUU

  • Desgaste lógico: La guerrilla no necesita ganar batallas, solo evitar la derrota y causar bajas suficientes para volver la guerra políticamente insostenible.
  • Experiencias históricas: EEUU ha demostrado sensibilidad frente a las bajas en guerras asimétricas (Vietnam, Afganistán). Una campaña prolongada en Venezuela podría forzar la retirada por presión interna antes de lograr una victoria total. De hecho, el grupo MAGA del Partido Republicano —que apoya a Trump— es la más reacia a continuar con las aventuras militares internacionales e incita a enfocarse únicamente en EEUU ("América First" o "EEUU primero" es el slogan de los MAGA).

Escenario ampliado

Al inicio del conflicto, EEUU podría imponer rápidamente un gobernante, pero esto no garantizaría la lealtad de la FANB. Venezuela cuenta con más de 2.000 generales —más que la OTAN—, lo que descentraliza el poder militar y facilita la fragmentación territorial. Además, la FANB posee mayor preparación tecnológica y doctrinal que el Talibán o el Viet Cong, por lo que subestimarla es un craso error en el que incurren muchos.
A ello se sumarían:

  • Guerrillas colombianas, activas en zonas rurales y fronterizas.
  • Colectivos y policías, con presencia en áreas urbanas (la llamada “unión cívico-militar-policial”).
  • Bandas criminales, que aprovecharían el caos institucional para controlar territorios, como ocurre en Haití.

Aunque estos grupos podrían competir entre sí, también compartirían un objetivo común: combatir a EEUU y restaurar el status quo.

Tecnología y limitaciones 

Las tecnologías estadounidenses (drones, vigilancia satelital, guerra cibernética) podrían incidir en la dinámica guerrillera. Sin embargo, incluso con inteligencia artificial y reconocimiento aéreo persistente, la insurgencia no sería fácil de neutralizar. El caso de Gaza (Israel vs Hamás) demuestra que la superioridad tecnológica no garantiza la derrota de grupos insurgentes. Además, Venezuela es unas 2.500 veces más grande que la Franja de Gaza, lo que dificulta la vigilancia, especialmente en zonas selváticas.

Estrategia de desgaste

El objetivo de las fuerzas venezolanas no sería derrotar militarmente a EEUU, sino sobrevivir, sabotear infraestructura crítica (puentes, carreteras, pozos petroleros, telecomunicaciones, represas, puertos, aeropuertos, ministerios) y hacer ingobernable el país para cualquier ocupante y gobernante de turno.
China y Rusia evitarían un enfrentamiento directo, pero podrían apoyar indirectamente a la insurgencia mediante financiamiento, armas y logística clandestina. Para Rusia, un conflicto en Venezuela desviaría recursos estadounidenses del frente ucraniano y elevaría los precios del petróleo, beneficiando su economía.

Reacciones internacionales

  • Europa: Rechazaría un conflicto en Venezuela, pues aumentaría la presión energética en invierno y fortalecería a Rusia en Ucrania.
  • Latinoamérica: Países vecinos como Colombia y Brasil también se opondrían, por el riesgo de migraciones masivas y el posible refugio de guerrillas en sus territorios. Los riesgos para la región serían difíciles de calcular, pero no son alentadores.

Factores internos

Se estima que existen alrededor de 6 millones de armas de fuego civiles en Venezuela, muchas ilegales y en manos de la población. Esto incrementa la probabilidad de bajas estadounidenses. Tras dos décadas de guerra en Afganistán, la sociedad norteamericana está cansada de conflictos prolongados, lo que haría más difícil sostener una ocupación.
Aunque algunos creen que EEUU impondría una victoria rápida, pero la experiencia en Ucrania y Gaza demuestra que la superioridad militar y tecnológica no garantiza un desenlace breve. La clave para las fuerzas chavistas sería sobrevivir y esperar el desgaste del invasor.

Talón de Aquiles de la insurgencia

El éxito de EEUU dependería de separar a la guerrilla de la población. Una fractura social interna facilitaría esa tarea. Al inicio, EEUU podría recibir apoyo popular, pero con el tiempo la ocupación generaría resistencia, puesto que las violaciones al derecho internacional humanitario y derechos humanos por parte de fuerzas ocupantes suelen son comunes en estos escenarios, sobre todo si Trump y el liderazgo estadounidense continúa menospreciando a los venezolanos y latinoamericanos en general. También, las fuerzas guerrilleras, por su parte, podrían recurrir tanto a la intimidación como a incentivos para mantener el respaldo de la población.

Conclusión

En un escenario estricto de guerra de guerrillas y contrainsurgencia, la historia y la teoría militar sugieren que la resistencia local (Venezuela) tendría una ventaja inherente frente a una potencia invasora (EEUU), siempre que logre apoyo popular y mantenga flexibilidad organizativa.
Por todo lo expuesto, lo más probable es que EEUU evite una intervención militar directa en Venezuela y, en su lugar, promueva negociaciones para compartir espacios de poder.

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