EE.UU. y Venezuela: Psicópatas vs Suicidas


El decreto de Obama declarando a Venezuela como una amenaza a su seguridad nacional es tanto la primera declaración abiertamente injerecista como la primera declaración de cooperación política para con el gobierno venezolano, posiblemente "sin querer queriendo".

Lo más difícil de comprender todavía es ¿Cómo Venezuela es una amenaza para la seguridad nacional de EE.UU? El decreto de Obama no aclara mucho el asunto, sin embargo, explica muy brevemente que es para "proteger las instituciones democráticas y el sistema financiero de EE. UU. de los flujos financieros ilícitos de la corrupción pública en Venezuela". Es decir, es una medida para evitar que el dinero de los fondos públicos de todos los venezolanos termine en suelo gringo por la corrupción, lo cual suena como una buena noticia para los pueblos de ambos países, con excepción de los corruptos. Sin embargo, nada más por eso es exagerado declarar a Venezuela como una amenaza a su seguridad, cuando probablemente hay mayor peligro al sistema financiero de EE.UU. con dinero proveniente del narcotráfico en otros países de América Latina. Aquí es cuando por fin tiene sentido el discurso chavista: EE.UU. está buscando abiertamente interferir en los asuntos internos de Venezuela, sin embargo, seguramente no con los métodos usuales (intervención militar y embargos).

En pleno siglo XXI, no es igual intervenir en un país americano que un país del Medio Oriente o África. Una intervención militar de EE.UU, inclusive si iniciase un conflicto interno en Venezuela, está fuera de discusión por diversos factores:

a) Tanto Venezuela como EE.UU. tienen aliados y pertenecen a organismos internacionales comunes con la suficiente influencia diplomática para evitar un conflicto armado.

b) A diferencia de Israel, el aspecto comunicacional y la opinión pública preocupa a los gobiernos de EE.UU, tal como ocurrió con la guerra de Vietnam, cuyas imágenes de horrores y masacres eliminaron por breves momentos la concepción romántica que tiene la guerra. En Irak, el gobierno de EE.UU. mantuvo el control de los medios para evitar la mala propaganda, pero en Venezuela existe no sólo una gran variedad de medios de comunicación, sino que muchos son controlados por el Estado y, además, con los celulares inteligentes casi todos tienen una cámara en su bolsillo.

c) La cuestión cultural, étnica y religiosa también influye. Es más fácil atacar un país con un sistema moral e institucional totalmente diferente al tuyo, como los musulmanes, que atacar a uno con uno similar, como Venezuela y su sistema democrático y religión mayoritariamente cristiana.

d) Además del costo político, atacar a Venezuela tiene un costo económico que EE.UU. no se puede dar el lujo de pagar. Si EE.UU. no atacó a Venezuela con un petróleo a casi 100 dólares cuando representaba un gran incentivo, no lo va a hacer con un petróleo a 50 dólares.

Con este último punto, y desmitificando la idea de un EE.UU. impaciente por invadir países para robarle su petróleo, deja de ser válida dado que EE.UU. ha dado grandes pasos para su independencia energética, y muy próximamente se convertirá en un país exportador de petróleo gracias al fracking o fracturación hidráulica del petróleo de lutitas. Es decir, es más fácil para EE.UU. producir su propio petróleo que andar invadiendo países. Si acaso, a EE.UU. le conviene más sabotear la producción petrolera venezolana para convertirse en el nuevo suplidor de la región. Es decir, un poquito de desestabilización política en Venezuela es algo que, paradójicamente, convendría a ambos actores. Para Venezuela, porque eso suele venir acompañado de un aumento de los precios del petróleo, pero estamos tan acostumbrados a una Venezuela en crisis que quizás eso no ocurra. Para EE.UU, el fracking es un proceso muy costoso y no conviene un petróleo a tan bajo precio, y si Venezuela dejara de ser el suplidor de este lado del mundo, los precios aumentarían, pero para ello sería necesario el declive de la producción petrolera venezolana.

En lo político, al gobierno venezolano la cae como anillo al dedo el decreto de Obama, porque sería la demostración de injerencia después de tantos años de discurso antiimperialista. Permite al chavismo replegarse ante la hostilidad más abierta hecha por EE.UU. en los años de "Revolución Bolivariana", que entra muy convenientemente en épocas de descontento dentro del mismo chavismo y de vísperas electorales. En EE.UU, la presión es más de tipo político, sobre todo por parte de los senadores Marco Rubio, del partido Republicano, y Robert Menéndez, del partido demócrata, pesos pesados del Congreso de EE.UU. que no son amigables a Cuba y sus amigos. Muchos ven en EE.UU. un policía del mundo, que tiene el deber de "mantener el orden" y espacir la democracia, aunque sea por la fuerza o la coerción. Apenas una minoría en EE.UU. estaría de acuerdo con intervenir o boicotear a Venezuela, por lo que esta medida es una forma de aplacar las voces más duras dentro de la política de EE.UU. hacia Venezuela. Para la oposición venezolana esta medida de Obama no es un gran apoyo, porque la oposición nunca ha ganado con la confrontación, pero ayuda a que la comunidad internacional le ponga un ojo a Venezuela, volviéndola más mediática y haciendo del gobierno venezolano más susceptible a la opinión pública. EE.UU. está calculando que al gobierno de Maduro le queda poco tiempo, quizás esperando un estallido social, y está moviendo y ajustando sus fichas de acuerdo a ello.

También, como algo curioso, ambos presidentes con este escenario obtuvieron nuevos poderes, para Maduro fue una ley habilitante aprobada hace un par de horas mientras se escribían estas palabras, y para Obama también le fue otorgada una habilitante, con la finalidad tomar las medidas necesarias (sanciones) para promover los derechos humanos en Venezuela.

Venezuela es como los suicidas, es solamente una amenaza para sí misma; mientras que EE.UU. es psicópata, una amenaza para todos menos sí mismo.

PD: Tengo muchos problemas con la velocidad de mi conexión a internet (proveído por la empresa del Estado, CANTV) desde mi casa, que muchas veces oscila entre 20 kbps y nada, por lo que me veo muy limitado para publicar tanto por aquí como por Facebook. Si no fuera porque es harto conocido la ineficacia gubernamental, diría que es una censura provocada.

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