Venezuela y el Plan Patria Milica

La GNB en Guaicay, Baruta.
Hace unos días, camino a casa y al atravesar el barrio de Las Minas de Baruta en la camionetica, nos topamos con una alcabala de la GNB (Guardia Nacional Bolivariana) que, como siempre, estaban fisgoneando en los autos, haciendo salir a los pasajeros y conductores y deteniendo motorizados. Como íbamos algo rápido no me dio tiempo de tomar fotos, pero no perdí la oportunidad, ya que más tarde y justo enfrente de donde vivo había otro grupo de GNB, que igualmente detenían (y seguramente matraqueando) conductores y motorizados y generando tráfico al mismo tiempo.

Todo esto forma parte del anuncio presidencial de sacar a las Fuerzas Armadas a la calle para combatir la inseguridad, en lo que llamaron "Plan Patria Segura".

Este nuevo plan de seguridad es un giro de 180º de la política anterior, pero que en lugar de mal a mejor puede ir de mal a peor. Antes estábamos frente a una política de seguridad más progresista, basada en la educación de los funcionarios policiales en derechos humanos y seguridad ciudadana, y la implementación de políticas sociales para paliar las graves desigualdades sociales que también son generadoras de violencia. Sin embargo, ahora el gobierno parece haber cedido ante las presiones de la derecha, y ha acrecentado aún más la política represiva que, en algún momento caerá en -si no lo ha hecho ya- en violaciones a los derechos humanos.

¿Por qué este cambio de política? Podríamos señalar 2 puntos importantes:

1) La estabilidad del gobierno de Maduro, a diferencia de Chávez, depende mucho de lo que será su nivel de eficiencia y no de su carisma. Una enorme parte de la población venezolana es afectada por la inseguridad y todavía ven mejor una política represiva, con policías en las calles, que con políticas sociales. Así, una reducción efectiva de la inseguridad, sin importar como se logre, se puede reflejar en la popularidad del presidente. Algo muy similar logró Uribe en Colombia, cuyo nivel de popularidad era -y todavía es- tremendamente alto, dada su política agresiva y fulminante contra las FARC. Así que, por ahora y en la práctica, Maduro pareciera seguir más los pasos de Uribe que los de Chávez.

2) Las Fuerzas Armadas en la calle también tiene un efecto disuasorio. Actualmente estamos en un momento de, no sólo de alta crispación política, sino también de alta conflictividad social en todos los ámbitos. Así, toda reivindicación o lucha, ya sea por derechos civiles y políticos, o de derechos económicos, sociales y culturales, puede ser reprimida con mucha más facilidad. Y considerando que con las llamadas "zonas de seguridad", que aproximadamente cubren el 30% del país, y donde se criminaliza el derecho a la protesta... Podríamos intuir que podría ser algo similar pero a mayor escala.

Los riesgos de esta política de militarización de la seguridad ciudadana son previsibles: los funcionarios militares no están entrenados para ejercer funciones de seguridad ciudadana, sino que están entrenados, física y psicológicamente, para la guerra, donde el fin es la destrucción o incapacitación del enemigo. En el caso de la GNB, esta ya se encuentra en espacios que deberían ser netamente civiles según la Constitución Nacional, y esas son las cárceles del país (art. 272). Y como es bien sabido, la presencia de la Guardia Nacional solo ha empeorado la situación de las cárceles, ya sea a través de la corrupción, el tráfico de armas, de drogas, y alguna que otra matanza, como la ocurrida hace poco en Uribana. Y claro, es muy posible que la GNB extrapole a las calles muchos de esos problemas que ocurren en las cárceles.

También esta medida es contraria a derecho según la Constitución, donde el artículo 332 reza que:
Los órganos de seguridad ciudadana son de carácter civil y respetarán la dignidad y los derechos humanos, sin discriminación alguna.
Por lo que solo las policías deben cumplir esta función, a menos que haya una confusión entre la diferencia entre "civil" y "militar".

Como un añadido especial, de acuerdo a una sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos sobre el caso del Caracazo -un caso del que el gobierno hace mucha alharaca-, se instó a los países a utilizar los funcionarios militares solamente en situaciones extraordinarias, donde hayan sido sobrepasados los cuerpos policiales.

De igual modo, está la contradicción existencial: si es cierto lo que dicen las teorías más progresistas, que una reducción de la pobreza traerá menos violencia y criminalidad, entonces si el gobierno chavista dice que se ha logrado reducir la pobreza... ¿Por qué hay igual o peor criminalidad que en el pasado? O en realidad el gobierno miente con sus cifras de la pobreza o hay otro generador de violencia, ya sea cultural, político, económico, o una conspiración del imperialismo yankee o un intento de los alienígenas que utilizan el control mental para que nos matemos entre nosotros y dominarnos más fácilmente...

Durante el gobierno de Chávez se militarizaron las instituciones, pero ahora se pretende avanzar a la militarización de la sociedad. En fin, por ahora vamos a una Venezuela milica que ni el mismo Teniente Coronel intentó (aunque quizás le hubiese gustado).

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